¿Necesitan las empresas líderes digitales?


El primer lenguaje que pienso que debe dominar el directivo del siglo XXI para ser más competitivo ya no es el inglés, el chino, el coreano o el japonés, sino el lenguaje digital.

Pero antes de continuar quiero contaros un cambio que vivimos en Territorio creativo hace ya algunos años y que fue impulsado por trabajadores llanos gracias al clima empresarial. Todo comenzó cuando en uno de los #TcDesayunos internos algunos alertaron que exhortaciones del tipo: “Envíame ese archivo”, “La clave es s$q2%30″….


…. “¡Avísame cuando esté la aplicación!”, “¿Quién viene a comer?”, etc., comenzaban a generar mucho ruido sonoro y en nuestro buzón de correo electrónico. Alguien apuntó la idea de utilizar algún sistema de mensajería instantánea, pero no se decidió nada concreto. Ese mismo día, dos personas nos convencieron a ocho compañeros que compartimos mesa para probar algún programa de este tipo entre nosotros.

Entre todos decidimos que fuese Skype. En tan sólo una semana se extendió a toda la oficina. No fue necesario que un “jefe” o departamento nos impusiese una herramienta para ser más eficientes, o que se buscase una solución más drástica ante la problemática de un ruido excesivo para trabajar.

Destacaría de esta anécdota que, ante una dificultad, generada por el rápido crecimiento de Tc, los propios trabajadores buscáramos una solución y la aplicásemos en un tiempo récord. Los líderes digitales están también escondidos entre los empleados, sólo hay que animarles a ser libres de utilizar la tecnología para mejorar o hacer más eficiente su trabajo.
Adaptarse o morir

La adaptación al mundo digital es, para muchas organizaciones, la condición sine qua non para asegurar la innovación y el feedback de los clientes que garantice el futuro de las mismas, como ya apuntaba Fernando Polo en 2008 en su post “Management 2.0: 20 tesis” que sigue estando vigente en la actualidad.

La mejora continua o Kaizen en todos los procesos de trabajo, hoy más que nunca, marca la diferencia competitiva al aprovechar, por ejemplo, un entorno colaborativo donde la creatividad e innovación son impulsadas directamente por mejores posibilidades de comunicación entre miembros de un mismo nivel jerárquico, entre mandos y subordinados, y entre empresa y clientes, como consecuencia de entender el nuevo entorno digital en el que conviven clientes y trabajadores.
Nativo digital

La primera dificultad de algunas empresas para afrontar su futuro radica en que sus directivos no son nativos digitales y deben aprender y hacerse prácticamente nativos digitales mediante una inmersión total, del mismo modo que un estudiante de un idioma se va a vivir una temporada con nativos del idioma que pretende dominar.

Una vez dado éste, detectar a los trabajadores más favorables a la digitalización es el siguiente paso de un gran cambio empresarial que debe de fluir tanto horizontal como verticalmente, gracias al apoyo de la dirección hacia quienes se impliquen de forma natural a favorecer el cambio.

En definitiva, el directivo actual debe ser digital para entender el camino por el que debe guiar a su empresa para sobrevivir y, para ello, es fundamental que favorezca el clima adecuado en el que la digitalización sea el aceite que lubrique todos los engranajes o áreas de la empresa. Por este camino será más fácil entender cómo la tecnología está transformando la sociedad y cómo nos pueden ayudar los entornos colaborativos como, por ejemplo, las redes sociales internas, sin olvidarnos, eso sí, de usar la información y no sólo la tecnología.

¿Crees que esta digitalización es posible en todo tipo de empresas?


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