El gatillo de un arma básica en el email marketing


No cabe duda de que las fechas remarcadas como festivos en el calendario requieren una atención especial por parte de publicistas y expertos en marketing. Piensa en las Navidades y todo cuanto se regala; en cuántos disfraces, caretas y artículos de broma se venden en Carnaval o la de cenas, rosas, bombones, joyas… que se adquieren en San Valentín.
Baste por ahora con los tres ejemplos que citamos en el párrafo anterior. Seguimos: aun dando por hecho que la tradición ha creado la necesidad sin que deban intervenir los mecanismos propios de la publicidad, ¿por qué va un cliente a elegir nuestro comercio, restaurante, floristería… de entre los cientos que se le ofrecen tanto off como online? ¿Cómo acercarnos mejor en estas fechas a nuestro potencial target? En Acrelianews han publicado un informe de como hacer mail marketing específicamente pensado para San Valentín.




¿Por qué yo? (en el buen sentido)

La respuesta esta última pegunta la tiene el publicista o el experto en mercadotecnia, pero dejaremos esas profundidades para mejor ocasión. Hoy toca hablar de algo mucho más concreto y práctico: en esta ocasión nos vamos a referir a una acción que le debemos a las nuevas tecnologías y que, bien realizada, puede suponer un gran impulso para nuestro negocio: el email marketing.
Nos ahorraremos una definición mil veces enunciada con un oportuno enlace al concepto de marketing vía correo electrónico en la enciclopedia virtual Wikipedia (nota mental: crear artículo específico en Wikipedia sobre email marketing). Visto qué es, utilicémoslo. Pero, ¡cuidado! No todo vale.

Un detalle minúsculo

Dejando de lado otros posibles errores, de los que puedes leer algo, por ejemplo, aquí, nos vamos a centrar en uno capital y que se nos “cuela” muy a menudo: el asunto del correo. Podemos diseñar el mensaje perfecto, convincente en sus términos y maquetado de modo que sea imposible separar la vista de la pantalla que, si el servidor de correo lo considera como spam o el destinatario no lo abre estaremos enviando tanto talento y esfuerzo a la papelera.

Los noes

Así pues, debemos evitar una serie de fallos en esa línea que convence al receptor de que abra nuestro envío o, por el contrario, lo disuade de ello. He aquí algunos:
* Usar mayúsculas: recuerda que es el equivalente escrito a gritar, de modo que el usuario entenderá que le chillas o que no dominas el medio digital.
* Escribir un asunto demasiado largo: procura decir mucho con muy poco: provoca, enternece, alarma… pero con dos o tres palabras.
* Las exclamaciones e interrogaciones: estos signos de puntuación dan ritmo y color a un texto, pero en un asunto, aparte de quedar poco elegantes, generan una sensación de urgencia por que se abra el correo que acaba por ser contraproducente.
* Otro error es usar términos como “gratis”, “promoción”, “regalo”… En los primeros años de esta técnica podían funcionar: a día de hoy, nadie se los cree, por no hablar de que los filtros anti spam están ya fijándose en este tipo de palabras.

Los síes

En cualquier, caso, y tras los “noes”, existe una serie de “síes” que debes tener en cuenta si quieres que este San Valentín sea una fecha de amor entre tus clientes y tu caja registradora: en el asunto de una campaña de email marketing debes:
* Redactar siempre una línea de asunto –antes incluso que el cuerpo del mensaje-.
* Asegurarte de que sea significativa, poniendo además primero el elemento más importante.
* Fíjate en que el asunto no suene a spam.
* Se trata de que refleje la mayor parte del contenido posible… o, si eres capaz, todo él.
* Usa un lenguaje descriptivo y que tu público entienda fácilmente.
Por lo demás, poco podemos añadir sobre la línea de asunto de una campaña de email marketing que no dicte ya de por sí el sentido común. Sólo quedaría recordar lo importante del correo electrónico como arma publicitaria y lo imprescindible de la línea de asunto para que podamos disparar esta arma.

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