Enseñando a programar a un niño de tres años

Los dispositivos digitales están tan presentes en nuestras vidas que la programación se está volviendo omnipresente. Quienes han cursado estudios de informática generalmente están cómodos con este advenimiento de la programación y algunos de los que no lo han hecho se han arrojado a los brazos de cursillos o han intentado aprender por su cuenta nociones básicas. Y es que se trata de un conocimiento cada vez más apreciado, por una parte a nivel profesional, pero también en un plano más amateur, para jugar como aficionado con etiquetas NFC o crear una página web.


Los adultos resuelven sus carencias en materia de programación de la manera que mejor pueden pero ya hay quien está planteándose la necesidad de enseñar nociones a los más pequeños. En este punto nos encontramos con una corriente que pide la introducción de esta materia en la educación primaria, mientras que hay quien piensa que se debe hacer de forma extraescolar.


Cuando se debate este asunto habitualmente se piensa en niños de educación primaria, a partir de seis años. Enseñar a programar a niños menores de esta edad causa más polémica, debido a la exposición a las pantallas que esto requiere. Sin embargo, existen métodos para que los más pequeños aprendan los rudimentos básicos de la programación sin que tengan que pasar horas delante de una pantalla.


Anteriormente ya hemos hablado en ThinkBig del proyecto Primo, un juguete para que niños de tres años aprendan ciertas claves del funcionamiento de la programación. Tras su paso por Kickstarter el proyecto se ha constituido en una startup cuyo producto se llama Cubetto. Llegará al mercado masivo –de momento a Estados Unidos y Reino Unido– a principios de 2016.



Cubetto consiste en un juego de piezas que se colocan en un tablero de madera que forma un recorrido. Básicamente lo que permite el tablero es dar instrucciones a una caja con ruedas que se mueve con su propio motorcillo. Las piezas son los comandos y el niño puede jugar a colocar la fecha recta y después un giro a la derecha, más otra flecha recta seguida de un giro a la izquierda.


El niño aprende que dependiendo del tipo de pieza que coloque, así como del orden en el que estas se queden así se moverá el vehículo. Se trata de enseñar a programar a niños con un sistema lúdico y sencillo, evitando el uso de pantallas.

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