Cómo un museo puede usar la tecnología para renovarse

Una parte importante de los museos son instituciones que se abrieron hace más de cien años. Algunos, como el Museo Británico, se remontan al siglo XVIII, y entre los de referencia son muchos los que nacieron en el XIX, como el Museo del Prado o el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. La organización de su exposición permanente ha variado con el paso del tiempo pero en nuestros días hay otro factor importante para que estas entidades se adapten a la época actual. Se trata de la tecnología y el mundo digital.

El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York acaba de lanzar un rediseño de su web y ha mejorado sus aplicaciones móviles. Su director de área digital, Sree Sreenivasan, ha apuntado a FastCompany que su competencia está en Netflix o el Candy Crush, en lugar de otros museos. Es toda una declaración de intenciones y se corresponde con la estrategia que la entidad ha venido ejecutando en los últimos meses en redes sociales, un punto importante en la renovación de los museos.

Una nutrida página de Facebook, con más de 100 millones de fans, levantada en parte gracias a los anuncios en la red social, se combina con una fuerte actividad en Instagram y en YouTube. Incluso retransmiten algunos eventos del museo a través de Periscope.


“En el caso de los museos, su unión con las nuevas tecnologías ha sido uno de los matrimonios mejor avenidos en el ámbito cultural desde la aparición de lo online”, explica Angélica Millán, bloguera especializada en arte y nuevas tecnologías. Y es que los museos se han dedicado a innovar en comunicación online y en las redes sociales.

El Museo del Prado es un ejemplo de renovación de los museos al complementar la colección física con el mundo digital. “En la nueva web prima lo visual, es más intuitiva para el usuario y las obras se pueden explorar hasta la pincelada”, apunta Millán. Dentro de este entorno digital enriquecido destaca la comunidad ‘Mi Prado’, que permite a los usuarios crear galerías personalizadas y compartirlas en redes sociales.

Aunque las páginas web de los museos están pensadas especialmente para que se consulten antes de la visita, con el fin de organizar el recorrido previamente, también ofrecen recursos para una experiencia in-situ.

Otra categoría de visitantes son los que por lejanía o cualquier otra circunstancia no pueden visitar el museo. Para estos, los recorridos virtuales en 360 grados, la precisión del zoom en las imágenes y la información contextual ofrecen una forma nueva de disfrutar de las colecciones de los museos.

Imágenes: Museo del Prado y MET Musem

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